ALBERTO QUINTANILLADISTINCIONES Y PREMIOS1959 - Medalla de Oro de la Escuela de Bellas Artes de Lima - Perú.
1968 - Diploma de la Escuela de Bellas Artes de París - Francia.
1972 - Medalla de Oro Bienal de Florencia – Italia.
1997 - Medalla de Oro Bienal Intergrafik de Berlín – Alemania.
Sus obras forman parte de los acervos del Museo de Arte Moderno de Nueva York, de la Biblioteca Nacional de París y del Museo de Arte Moderno de Sao Paulo.
BREVE BIOGRAFIANació en Cusco, Perú, el año 1934. Estudiante destacado de las escuelas de Bellas Artes de Cusco y de Lima (Perú). Obtiene además un diplomado de la Escuela de Bellas Artes de París. Participa en el Taller de Restauración del museo Louvre.
Entre sus muestras destacan las de Stavanger Kunstforening, Noruega (1972); del Instituto Francés de Atenas, Grecia (1983); de la galería Terra Nova, Suiza (1997). Sus obras forman parte de los acervos del museo de Arte Moderno de Nueva York, EUA; de la Biblioteca Nacional de París, y del museo de Arte Moderno de São Paulo. Ilustró “Agua” de José María Arguedas.
ENTREVISTAS AL MAESTRO QUINTANILLAPor Marianne Blanco Dejardin
Publicado en El Comercio 28.03.2007
"La gente está habitada por fantasmas, lo que hago es plasmar en mi obra los fantasmas que salen de mi alma sin pensar muy bien qué saldrá. Solo cuando termino mi trabajo me doy cuenta de lo que he creado. Yo soy un pintor intuitivo... inteligente pero no intelectual", empieza diciéndonos Alberto Quintanilla mientras camina entre sus alucinantes esculturas que para él son juguetes gigantes de fierro, algunas de las cuales serán expuestas en esta muestra antológica. Dice que su trabajo es un intento por encontrar la identidad peruana que aún no tenemos, una identidad cuyo origen --afirma-- se puede vislumbrar en antiguos mitos precolombinos. Su obra, llena de color, es lúdica y a la vez fantástica.
Alberto fue el único artista de una vasta familia cusqueña. Creció en el Cusco, rodeado por mujeres (23 para ser exactos), donde conoció la historia de la conquista española que lo marcó profundamente. Comenzó a pintar y hacer modelado a los 8 años, y los domingos vendía sus obras en ferias artesanales.
Ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes del Cusco y paralelamente estudió y trabajó en restauración. Fue gracias a esto que pudo conocer mejor el mestizaje cultural de su tierra y la escuela cusqueña. "Fue un mandato de los católicos, no el arte de los indios que se fue olvidando", afirma. Mientras iba cayendo en la cuenta de que los peruanos habíamos perdido nuestra visión estética, se iba interesando cada vez más en los mitos populares. "El mito encierra un misterio y tenemos que descubrirlo para crecer como pueblo. Tenemos que vernos en el espejo sin sentir vergüenza de nuestra cara, nuestro color, nuestro pasado", dice, enfático, Quintanilla.
Se mudó con su familia a Lima, donde terminó la carrera en Bellas Artes en 1959. Ganó un concurso y viajó becado a Francia, donde vive hace más de 40 años. "Si me hubiera quedado acá no hubiera vendido nada, acá te limitan en todo", comenta con cierta molestia.
Cumplió su sueño de viajar por casi todo el mundo y de vivir de su arte. Dice ser el único pintor peruano que ha ganado dos premios internacionales: la medalla de oro de la Bienal de Florencia, en 1972, y la medalla de oro Intergrafik en Berlín, en 1987.
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